A veces uno olvida que el trabajo y la vida son cosas distintas. Que el trabajo son esas 8 horas diarias durante 5 días a la semana para poder pagarse la vida, que son las otras 16 horas diarias, las 48 del fin de semana y las 720 de vacaciones.
Hace un año y unos meses hacía el símil novia-trabajo. Ahora resulta que esa exnovia quiere que volvamos. Ahora mismo me promete mucho, después ya veremos... pero bueno, al fin y al cabo es la novia de las 8 horas laborales y si me ha de permitir vivir mejor mi vida... bienvenida sea.
Al fin y al cabo, las novias laborales se cambian más fáciles que las reales.
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1 comentario:
Si no vuelves con esa exnovia me la pasas a mí, que dejaré a mis múltiples amantes.
¡Ánimo, suertudo!
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